lunes, 14 de abril de 2014

El Capitán Supositorio Volúmen 4

Fanzine formato A4 al medio, Blanco y negro 64 páginas. Tapa blanco y negro. Editado por Kokin Kokambar. Blog del autor: http://kokambar.blogspot.com.ar/
Una splash-page que lo cuenta todo sobre el estilo de Kokin.

¿Qué onda?
Si he de iniciar este proyecto, tiene que ser reseñando al que no dejo de nombrar como mi "alma gemela" en el mundo de los fanzines. Kokin Kokambar. Cuando lo conocí, yo estaba sacando el número 15 de mi fanzine y él estaba con sus primeros dos volúmenes de su Capitán Supositorio, un fanzine de historietas cómicas de superhéroes argentinos, o sea, el mismo género que explora Max King Comics!, mi fanzine. Si creían que la coincidencia llegaba hasta ahí, se equivocan. Kokin es también adepto a Batman y tiene su superhéroe batmanero mezclado con un porcino. El enfoque difiere, y su Dark Chanch es, literalmente, un cerdo antropomórfico disfrazado de Batman, en lugar de un simil de Batman con traje de chancho azul.
Y no, tampoco acaba ahí la cosa. En el número 15 de mi fanzine salió una historieta de guión propio dibujada por Fran López donde Chanchman tiene un equipo de fútbol virtual llamado... ¡Los Dark Chanchs!
Si con eso no pruebo que Kokin y yo tenemos un enlace mental, que me aspen.
Luego de eso, nuestros estilos son diferentes. Tanto en lo gráfico como en el modo de encarar el humor, lo cual es refrescante.
Casualmente, hay que marcar esas diferencias para hablar de este volúmen 4 que halla a los héroes en plena pelea con el Minotauro uruguayo que acaba de plantar un termo nuclear.
He ahí una diferencia: Kokin lleva el absurdo a la olla y lo adereza con mucho grotesco, cocinándolo al fuego lento del disparate. Seguro exagero, pero si Dalí en vez de derretir relojes, hiciera sus cosas con la lógica de la historieta de superhéroes, haría algo parecido a lo que hace Kokin.

¿De qué se trata?

Así las cosas, tenemos al equipo B liderado por el Hombre Neumático y conformado por la pareja Calzón y Bombach, los héroes de aguas hervir Pavor y Tetor, el acorazado Firulais, Abonombre y la Nona Amazona (cuyo poder principal es ser una abuela amazona que amasa), y el Pasto de la Justicia. Su deber es entretener a Washington el minotauro uruguayo mientras el equipo A regresa con Benito Mostacher para detener la amenaza. En el medio, aparece Jesusman montado en un elefante modificado geneticamente,  Y luego Dark Chanch estrella su chancho volador, y si uno piensa que se viene un momento épico, se equivoca. Los personajes en El Capitán Supositorio solamente son épicos de pinta, un poco como los argentinos. Los giros delirantes son marca de este comic de Kokin así como los personajes invitados haciendo comentarios son marca en mis historietas y la imposibilidad de dibujar pies son la marca de Rob Liefeld.

El estilo de dibujo de Kokin para su Capitán Supositorio es lo más cerca que se puede estar del estilo estandar del comic de superhéroes yanqui, pero no llega nunca a ser realista. No hace falta. La historia es un delirio y no hay razones para que el dibujo contradiga al guión. Así como Dark Chanch agarra a Batman, lo hace girar hasta armar un rulo que lo acerca al Batman de Adam West y luego vuelve a rizar el rizo hasta ponerlo en el sitio de la parodia autoirrespetuosa, lo mismo hace el dibujo, con ya no los ángulos aberrantes, sino con todo aberrante: edificios torcidos, montados unos en otros, como telón de fondo a las grotescas luchas que ocurren en el primer plano, todas condimentadas por diálogos acordes. Puede causar en el lector inadvertido un cierto rechazo, porque no parece tener sentido. A ese lector le recomiendo que empiece por anclarse en los globitos y cuadros de texto. Una vez que abrace el delirio que hay en el relato y los diálogos, se acostumbrará al entorno. Lo vale.


¿Quién debería leer El Capitán Supositorio?

Gente inteligente que ame a los superhéroes. Es importante que sea inteligente. Los fanáticos necios lo verán como un insulto, pero allá ellos. Incluso si hablamos de gente inteligente que no ama a los superhéroes, pude disfrutar de esta historia. Kokin no ata tanto a su obra a los clichés del género como hago yo, pero aunque lo hiciera, en estos momentos de alta exposición del género al público general (Marvel Cinematic Universe y Batman/Superman mediante) no es que el ajeno a los comics se vería fuera del chiste. Sí es menester que sea inteligente, repito. Es más, lo que recomiendo es que vaya al próximo evento y consiga la cajita con los cuatro volúmenes de este gran fanzine, porque la historia da tantos giros absurdos y delirantes, que si no lo lee todo junto, se pierde seguramente algo... más que nada los tres volúmenes anteriores.

Si se quiere sacar las ganas, vaya al blog que señalé arriba. Ahí está no solamente todo el comic del Capitán, sino las otras historietas de este caballero del cual me ahorro los adjetivos porque, como ya dije arriba, nos une un lazo mental y no puedo calificarlo objetivamente.


MAX KING

2 comentarios:

  1. Gracias Max!!!!!!
    Sobre las coincidencias: Sospecho que lo que ocurrió, es que no es una idea asi, réquete original.
    A mi me pasó que inventé los personajes de muy pibe, y a esa edad uno se queda con lo primero que se le ocurre.
    Pero buen. Es una coincidencia feliz!

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    1. La coincidencia también es que en mis personajes hay un chancho antropomórfico, pero villano el rey Mongor, son coincidencias, aun asi me alegra este comentario y espero verte en algún evento comiquero KOKambar

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