domingo, 18 de marzo de 2018

METALE FIERRO 2: Fierro etapa 3 Volúmen 4

Levante la mano el que extrañe a Chichoni.
Disculpame, Fede, sos un capo, pero no por
esta tapa, pese a que está bien hecha.
La última vez que escribí esta sección, Fierro era una revista mensual, estaba por llegar a los 100 ejemplares y nadie concebía que fuera a terminarse, aún pese a lo irregular de su calidad. Entre aquella nota de julio de 2014 a hoy, y cambio de gobierno (y de color político) mediante, Fierro etapa 2 halló su final, aunque superando los números de su primera época. Fue un final anunciado, en parte porque la calidad cayó y en parte porque los propios directores avisaron que se acababa. Los malpensados asumen que, más que la insistencia de Sasturain de publicar la versión de Zenitram de Quattordio, lo que le dio el golpe de gracia a la revista fue la caída de la pauta oficial que arribó con el nuevo gobierno. Yo creo que todo aportó y que, sin insinuaciones políticas, había que hacer un cambio.
El cambio vino de varias maneras: Sasturain fue relevado de su cargo de frontman y co-director, quedando relegado a su posición inamovible de dueño de la marca, Lautaro Ortiz tomó las riendas en solitario junto con la redacción de la editorial, que ahora viene al final del tomo, la revista tiene una casi fanzinera periodicidad trimestral, el precio se elevó a 100 pesos y la cantidad de páginas a 100 (contando el pliego de la tapa). Además de eso, en vez de "número", ahora la revista se presenta en "volúmenes" y el subtítulo perdió su nacionalismo, aunque no su pretenciosidad: LA HISTORIETA.
El interior de la revista, hasta aquí, nos dice que el cambio no favorece mucho más a esta etapa que a la previa, respecto de la etapa original. El rumbo que parece tomar la FIERRO fluctúa entre "más cantidad que calidad" y "menos es más pero tampoco la pavada".
¿Leyeron mi reseña de "El Antro Nº1" de hace unas semanas? Bueno, si Lautaro Ortiz me considerase algo más que un flaco que escribe un blog, si es que siquiera supiese de mi existencia, claro, poco estaría haciendo para cerrarme la boca cuando digo que aquella modesta revista de Vendetta Ediciones es lo que debería ser la Fierro hoy. Seguramente Ortiz tiene planes para la Fierro que no tienen nada que ver con los que Leo Figueroa tiene para El Antro. Lo que yo quisiera saber, viendo el contenido de este volúmen 4 es QUÉ PLANES SON ESOS.
DÓNDE SE PARA UNO
La filosofía de este sitio es darle al lector una referencia de desde dónde uno habla del objeto de una reseña. Es un ejercicio no de objetividad, sino de honestidad, cosa por demás infrecuente en la crítica en particular, y últimamente también en el periodismo en general. En primer lugar, yo entiendo que, siendo una palabra derivada de historia, la historieta debe contar justamente eso, una historia. No se trata de una regla rígida, ni hay que cumplir el esquema occidental de tres actos, sí se trata de que la historieta diga algo, y que lo diga con la suficiente claridad como para que el lector pueda, con una primera lectura, sacar alguna cosa más o menos en limpio de lo que acaba de leer. Aún los números más flojos de la vieja Fierro cuentan algo. El Antro es breve y tiene historietas cortas y episódicas, y uno cierra el ejemplar y puede decir aproximadamente que pasó en esas páginas (la tropa de soldados con poderes llegó a un refugio, los asaltantes mataron a los competidores y subieron al tren, un periodista saca una foto comprometedora de un superhéroe y fracasa al tratar de vendérsela a los supervillanos). Lu Comics, reseñada hace dos lunes, tiene chistes que acaso duran una viñeta, pero al terminar uno encontró muchas historias pequeñas (historietas, si te parece también) tensiones entre situación y remate que están contando algo. Y eso es lo mínimo que le pido a una historieta, y más a una revista que se llama a sí misma "LA HISTORIETA".
Y ASÍ VIENE LA COSA
Entre las cien páginas (94, si le restás el pliego de la tapa) Fierro dedica las páginas 37 a 56 a rescatar el MANUAL DEL GORILA de Del Peral y Kalondi, que se publicara en 1964. No hay historieta estricta acá, sino textos de uno e ilustraciones de otro, pero lamento decir que es la papa más fina del volúmen, sin desmedro de otras piezas que rescato del océano gris que compone el ejemplar.
En el resto, la impresión general que este cuarto volúmen de FIERRO me da es que la idea que Lautaro Ortiz tiene de lo que debe ser LA HISTORIETA es FEA. Aunque algunas historietas tienen algún balance entre la belleza gráfica y la narrativa (la de Santullo y Jok, por ejemplo) todas las historietas parecen haberse decantado por una u otra, y se ciñeron a un molde estrecho y calculado para que la revista no le pueda dar de comer a las otras editoriales, como se jactó
Lautaro Ortiz muy polémicamente, en una entrevista, que la Fierro previa hacía con todas esas historietas episódicas que luego eran recopiladas por sellos como Historieteca.
Seré malpensado, acaso, pero las historietas de una o dos páginas donde no hay lugar para el desarrollo, debe ser frustrante para los pibes que convocaron, todos llenos de ganas de jugar en ese equipo de primera que es la FIERRO (el único equipo de primera que hay, en el inexistente mainstream nacional, sin grandes editoriales de historieta que pongan sus materiales nacionales nuevos en los kioscos de diarios), toparse con tan estrechos márgenes de maniobra que ni siquiera les permiten tirar el jamón del medio aunque sea en fetas.
Si ésta es la visión de Ortiz de lo que
debe ser LA HISTORIETA, alguien
debe recomendarle un oculista con
suma urgencia, sí señor.

Hasta lograron que no me guste lo que hizo Sémola Souto ni lo de Fede Pila.
Lo peor de todo es comprobar que, tras estos nuevos cuatro volúmenes de la renovada Fierro, lo que me rompía las bolas de la etapa anterior no fue parte del cambio. Lo ecléctico de la selección de autores sigue generando la misma alternancia entre números aceptables y números apenas pasables. Y la existencia de El Antro hace que lo "apenas pasable" de Fierro se perciba todavía más "apenas" y menos "pasable".
Es una pena sacarse de encima los desafortunados esmeros de Juan Carlos Quattordio con los superhéroes (esmeros que podrían haberse rumbeado a temáticas más acordes a su capacidad humorística que adaptar el libro de Sasturain) para acabar poniendo dibujos con tachones de Iván Riskin. Pero quizás ahora la historieta es eso, capaz Lautaro tiene esa visión y va tras ella, busca a las nuevas generaciones de lectores, y yo soy un anticuado que quiere leer historietas que se entiendan y que no parezcan arte abstracto o coneptual. O capaz quiere volverse una especie de mecenas de artistas comiqueros de vanguardia, y piensa que lo figurativo y claro ya fue y que lo nuevo es feo, ininteligible y se pasa de las convenciones (las de la historieta y las de historieta). O tal vez es todo eso junto y además que nadie pueda juntar todos los trabajos y convertirlos en una historieta coherente que puedan editar Historieteca, Domus o Loco Rabia, vampirizando el apoyo generoso y visionario que él le hizo a esos autores que no los conocía nadie en su país de no ser por la FIERRO.
No sé, hubiera querido reseñar el número pasado, que tenía mejor promedio y se parecía más a lo que a mí me gustaría que fuera la Fierro: una revista que no te haga sentir que gastaste tu vista al pedo en la mitad de las páginas.


MAX KING

PD: en serio, ni me voy a dignar en reseñar en detalle el contenido, pieza por pieza, como hice la vez pasada. He mencionado algunas piezas que quería destacar para bien o para mal del ejemplar, y por lo demás no quiero tener que decir de algunos autores que respeto cosas que el resto de su obra no merece por culpa de lo que han hecho en este volumen 4. Ojalá en tres meses todos se rediman al menos un poco... y que Vendetta saque más números de El Antro.

11 comentarios:

  1. para mi fierro no funciona porque publica comics inapropiados para el formato. vos querés engancharte pero te niega el polvo sistemáticamente. te da todo en dosis tan inconexas y mezquinas que mes a mes no podés sostener el interés y el ritmo en sus historias lentas y a ritmo pausado del comic europeo. Fierro es una carcasa sin sustancia que se rescata por Scuzzo, Sala y Podetti que hace chistes de una página

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  2. flaco no te metas con riskin o sos boleta!!!

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    1. Qué tipo de boleta? A, B o C. Estoy en relación de dependencia y no tengo CUIT.

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  3. Uhhh, yo me iba a comprar con ilusión este cuarto número, pero debido a esta objetiva reseña -del tenor de las del aclamado Andrés Accorsi- supongo que pasaré de largo.
    ¡Saludos!

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    1. Dónde puse yo que soy objetivo? ¿Leíste el resto del blog? Si te copa la Fierro, comprala, flaco. Si dependés de lo que escriban los demás sobre algo para comprarlo, estás en problemas desde un principio.
      Saludos, Diego.

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    2. Bueno, ¡es que soy muy influenciable, ja ja!

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    3. Max, mirá, acá reencontré unos comentarios muy divertidos sobre el primer número de esta nueva estapa fierrística:

      http://www.comiqueando.com.ar/comic_clips/fierro-pone-tercera/

      Dice uno:

      La verdad que está muy buena, en serio. En mi caso particular, por una cuestión de gustos, filtro lo de Sala y el chabón ese que hace garabatos “avant garde” en una página porque me sobra. Hace que me guste Sala, pero no que Quattordio sea Brian Bolland. No entiendo porque el tamaño reducido de las páginas de Alcatena, no entiendo eso. Muy copado lo de San Juan también.
      La verdad, esto me entusiasma…


      Y un contreras, con los botines de punta, contesta:

      Qué interesante eso de la vanguardia en la historieta, por ahí me gasto 100 pesitos sólo por la página de alguien que hace garabatos porque le sobra. En un sentido zen, la forma es vacío y el vacío es forma. Quizá toda la revista sobra. A menudo los senderos son trillados, esté o no Carlos Trillo y sus guiones resultones con diálogos bonachones y sorpresas predecibles. También me parece bien que reduzcan el tamaño de Alcatena, ¡por fin le dan pastillas de chiquitolina a ese autor! Espero que sigan en esa línea y que lo reduzcan hasta que no se note más, porque la verdad, prefiero ver una página en blanco antes que una con sus abigarradas plastas de grafismos confusos, sin jerarquía tonal y hecho a los re chapazos para que una manga de aplaudidores lo encumbre en todo lo que hace. Me acuerdo la tapa horrible de un coso que le publicó Colihue. El diseñador gráfico era EL ENEMIGO. Era un tren todo así con esas líneas feítas que hace el Quique, pero con colores de daltónico talidómico de tamaño paquidérmico.

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  4. Max, perdón que moleste otra vez, pero releyendo la (para mí, genial) entrevista a Lautaro Ortiz, creo que él mismo responde a esto que vos decís:

    Decís:

    Responde Lautaro:

    ¿Qué se le pide a Fierro que no dio? ¿Qué se le reclama? No hay géneros, no hay personajes, todo está quebrado, superpuesto, vuelto a hacer, porque es un arte que avanza. Si hablamos de estas cuestiones, sí escucho, ahora la pavada de tirar piedras con la Biblia en la mano, no. A mi laburo y al de muchos que pasaron por Fierro se les cuestionó la falta de un registro historietístico, por decirlo en buenas palabras, y es lógico, porque si te escapás de ciertas costumbres del relato crispado (gritos, tiros, piñas y explosiones, sorpresas de artificios, etc.), la cosa se espesa. Yo hice siempre (bien y mal) historias de amor, donde cuestionaba precisamente esa forma de relato en la historieta, desde el mismo relato. Calvi también lo hizo también con AltaVista, por poner un ejemplo. Si buscar otra forma de pensar el relato de historieta es no hacerla, entonces, pocos en Fierro la hicieron. La historieta que publica Fierro es la consecuencia de los tiempos presentes y tira líneas hacia el futuro. No queremos lectores complacientes.

    ¿Buena respuesta, no? A mí ya me compró con esa, ¡ja ja!

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    1. A mí no. Lo siento mucho porque la revista es lo único Mainstream que hay en el mercado argento y la voy a seguir comprando (porque lo banco a full al Quique y al gordo Sala, y al amigo Agrimbau), pero yo pensé que la etapa anterior no había podido sobrevivir a la pérdida de la pauta oficial porque espanta a esa mayoría de "lectores complacientes" que Ortiz desprecia, pero que son los que sí pueden pagar 100 mangos.
      Pero bueno, al menos Ortiz tiene una idea de lo que pretende. Yo no coincido, y si tengo un mango para regalar, se lo regalo al capo de Leo Figueroa para que haga muchas Antro más.

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    2. Lo de "vanguardia" en boca de un editor me resulta tan pretensioso.

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  5. Puchas, me olvidé de pegar tu fragmento de texto:

    Seguramente Ortiz tiene planes para la Fierro que no tienen nada que ver con los que Leo Figueroa tiene para El Antro. Lo que yo quisiera saber, viendo el contenido de este volúmen 4 es QUÉ PLANES SON ESOS.

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