lunes, 29 de enero de 2018

¡Corré, Wachín!

Revista formato 14 x 20 cm, 56 páginas blanco y negro, tapa amarillo y negro, encuadernado rústico. Autor: Nahuel Sagárnaga (blog de Wachín: https://wachindog.tumblr.com/ ; twitter del autor: https://twitter.com/nahsagar?lang=es), Edita: Ediciones Noviembre (http://edicionesnoviembre.blogspot.com.ar/).
Si en algo se destaca Noviembre es en su capacidad para
hacer tapas llamativas con pocos elementos.
¿Qué onda?
Otra más en la lista de obras editadas por Noviembre que habla de la relación de un hombre con su perro. ¿Qué le pasa a esta gente con sus canes? Tenemos a Brian Janchez que nos dio Agosto y Mardelplata, a Juampa Camarda que hizo Kokoro está embarazada (ejemplar del que hablaremos en una próxima entrada) y ahora Nahuel Sagárnaga habla de su relación con su perro salchicha Wachín. A diferencia de Brian, Juampa y Nahuel ponen a sus perros de verdad como protagonistas de sus tiras. El enfoque de Nahuel, no obstante, es diferente. Dueño de un estilo ubicable bien cerca de la BD Francesa (es, al cabo, el autor de Marihuanix, una parodia fasera de Astèrix publicada en bellísimo formato francés y a todo color por la gente de NAH! y hecho al estilo de Uderzo) pero no tan lejos del de las buenas tiras cómicas yanquis, con alguito de Bill Waterson y quizás una pizca muy sutil de Charles Shulz, Nahuel Sagárnaga despliega mucho humor, varios momentos "AAAAAWWWWWW!!!!" y toneladas de situaciones con las que los que tenemos perro nos podemos identificar.
¿De qué se trata?
¡Cesar Millán, explicame por qué los perros hacen ésto!

Nahuel y su perro Wachín viviendo no aventuras de la vida diaria. Si te parece que eso no tiene nada de interesante, es porque no conocés la capacidad de Sagárnaga de volver desopilante lo habitual, y de generar situaciones cómicas a partir de esas cosas que giran alrededor de tener un perro como compañía. Bellamente dibujado e hilarantemente escrito, debemos agradecer que Nahuel publique sus nuevas tiras en su Tumblr porque aunque es una joyita pletórica de buenos momentos, este ejemplar lo mismo te deja con ganas de más, tanto de Wachín como de Nahuel y de los personajes con los que se cruzan ambos en su diaria convivencia.

¿Quién debería comprar "¡Corré, Wachin!"?
Todo aquel que tenga un perro y lo ame va a encontrarse en este libro, lo va a disfrutar aunque no sea historietista, ni barbudo (como yo, como Nahuel), todo lo demás, que te gusten las tiras de la BD francobelga con las revistas Spirou y Pilote a la cabeza, y tiras como Peanuts y Calvin & Hobbes, que te encante el humor que parte del costumbrismo y de situaciones comunes, que seas muy fan de cualquier cosa que haga el amigo Sagárnaga, es una yapa.
Por supuesto, como hay chistes de bolas, de oler culos y de lamer pitos (todos protagonizados por Wachín, vale la aclaración) no recomendamos este ejemplar para cachorros de humanos, pero dependerá en realidad de la sensibilidad de los padres, tutores o encargados. Al cabo, peores cosas se ven en el noticiero a las ocho de la noche.


MAX KING

lunes, 22 de enero de 2018

Viejo Migraña

Revista formato 19 x 12 cm 60 páginas + tapa, blanco y negro, tapa color, encuadernado rústico. Autor: Rubén Gauna (http://www.gaunabeart.blogspot.com ; https://horror-total.blogspot.com.ar). Edita Arañas de Marte Ediciones.
Imagen © Ruben Gauna. All rights reserved. O algo así.
¿Qué onda?
Conocí a Rubén en una Dibujados, hace unos pocos años (calculo que menos de cuatro, porque nunca llegué a reseñar nada de lo que tengo de él hasta hoy en la etapa previa de este blog) y, además del dibujo, me dio mucha curiosidad que hiciese historieta cómica gay. Uno de mis proyectos congelados se llama Los Carniceros Homosexuales y me interesaba mucho explorar formas de encarar esa idea sin caer en los viejos estereotipos que hoy en día tienden a ser tildados de homofóbicos. La historieta que ofrecía cuando lo conocí se llamaba "Horror! Desperté con un cazador!" y era muy graciosa, mostrando que la clave del asunto era que el hecho de que los protagonistas fueran gays era apenas un detalle.
En el prólogo, el amigo Hernán Panessi, periodista y radio host, lo explica muy claro: se trata de "lo anticanónico que, sabiéndose singular, engulle lo popular". Así era "Horror..." y así es, también, Viejo Migraña, que Rubén publica en bellos colores en su blog y llega al librito, editado por el sello de Alan Dimaro, en blanco y negro.


Admitámoslo, este es nuestro futuro.

¿De qué se trata?
La tapa explica bastante sintéticamente qué encontraremos dentro del ejemplar: quejas y reclamos de un Generación X (de los que tuvieron su infancia en los 70, su adolescencia en los 80 y su adultez joven en los 90, calculo que a mí no me toca, pero puede que sí), en la era milennial. Es que al cruzar la línea de los 40, uno se pone reflexivo, más observador y se topa con que la gente que está en la juventud que uno está dejando atrás no estaría aprendiendo lo que uno cree que aprendió cuando era pendejo, y toparse con esa grieta te da bronca, y así emprendés el largo camino que te lleva a convertirte en Abraham Simpson.
La diferencia es que Rubén lo hace con mucho humor y con total autoconciencia de lo que está atravesando. Y cuando no está quejándose o a veces admirando las cosas que hacen los millennials, se manda páginas donde juega, como jugaba Caloi en varias tiras de Clemente, a colocar a su personaje, que es él mismo, en otros contextos, en una saga interna y no contínua denominada "El viejo Migraña en la historia". Es, podemos decir, Rubén en su tinta, luciéndose desde lo humorístico y también desde lo gráfico.
En un mundo perfecto, veríamos las tiras publicadas en papel en los colores en los que se concibieron, pero seamos justos y digamos que el estilo de línea clara y fuerte de Gauna hace que el pasaje a grises prácticamente no le reste nada de fuerza o significado al dibujo. De todos modos, sería muy grato poder ver en papel tiras como la que les dejo aquí abajo, extraída del propio blog de Rubén, en toda la gracia de sus colores originales. Soñar no cuesta nada.
Rubén jugando con los estilos pictóricos, y yo recordando
a Clemente y Bartolo dibujados al modo de Modigliani o El Greco.
¿Quién debería comprar Viejo Migraña?
Lo primero que se necesita para afrontar con honor esta obra es tener un mínimo grado de autocrítica. Si no te reconocés en ese protagonista chocando con la distancia que le dan los años, o al menos en los objetos de sus quejas, y asumís lo que te toca con gracia, o bien el Viejo Migraña te va a parecer un viejo choto o los millenials te van a parecer una manga de tarados, o si ya estás en la edad de Abe Simpson, seguramente ambas cosas.
Con eso y un poco de cultura pop, ya te alcanza para disfrutar de las protestas y observaciones agudas del Viejo Migraña, esté o no ataviado de Madonna en Like a Virgin.


MAX KING

domingo, 14 de enero de 2018

Historietas Extraordinarias 1

Revista formato 20,5 x 9 cm, 92 páginas blanco y negro + tapa y retiraciones color, encuadernado rústico. Autor: Kokin Kokambar (http://kokambar.blogspot.com.ar/). Edita (sin acreditación en tapa) Ediciones Pollofante (https://es-la.facebook.com/edicionespollofante/).
Una tapa para gobernarlas a todas, una tapa para encontrarlas, una tapa
para atraerlas a todas y ponerles mayonesa, en la tierra de Lanús,
 donde se extienden las sombras.


¿Qué onda?

Dedicamos la primer nota de este blog a El Capitán Supositorio Volúmen 4 hace casi cuatro años, y yo manifestaba mi lazo mental con Kokin Kokambar por las felices coincidencias derivadas de esa gran historieta cómica de superhéroes que hace aún (sacó dos volúmenes más y un recopilatorio). Pero las coincidencias se diluyeron un poco con los años, y es mi culpa. Kokin es igual que cuando nos conocimos: hilarante, superproductivo, inquieto y fana de Batman. Yo, por otro lado, ni productivo ni inquieto, y me he puesto peor, tal vez por la edad, tal vez por las cosas que me han pasado. Lo cierto es que, entre sus muchos proyectos, que incluyen una bella tira a color llamada Huevos Fritos del Espacio, que ya sacó dos ediciones, Kokín, a través de su sello Pollofante, sacó esta revista que se revela parte de algo a continuar desde la tapa, que muestra un 1 al costado.
¿De qué se trata?
En forma de ilustraciones con texto y de tiras, se van formando a través de 90 capítulos, distintas historias que se entrelazan y se cuentan no necesariamente de manera continua. En la tapa se anuncian tres que tienen su importancia en la trama general: El Hombre que Pegaba Perros Por El Culo, El Fin del Futbol y Los Cafeteros Que Querían Destruir La Civilización. La última en particular viene esparcida en bloques y episodios a lo largo de la historia. Entre medio de eso, tenemos muchos capítulos donde se mezclan dosis de argentinidad conurbana (centrada, como corresponde a un bonaerense del sur del conurbano como Kokin, en el Mordor del conurbano septentrional: Lanús), fantasía épica y una lógica innegable tanto como absurda. Citaré como de importancia y constancia las sagas del Panchero, De Ñopo el destructor y de Soplete el árbol viviente.
Estas muchas historias mechadas con capítulos sueltos con referencias tan eclécticas como Sofovich, El Señor de los Anillos, influencias Lovecraftianas, el Kaiju nipón, cuentos de hadas, la carrera espacial, El Principito y hasta un cruce entre los desafíos de la tecnología de celulares y el presuntamente finado líder de Al Qaeda, conforman un conjunto con todo lo que Kokin nos tiene acostumbrados en cuanto a humor. Con el mismo amor e irreverencia con que trata al género superheróico en El Capitán Supositorio, lo hace con casi todo lo demás en estas Historietas Extraordinarias que, espero, no tarden mucho en darnos el número 2, aunque haya que buscarlo a la tierra de Lanús, donde se extienden las sombras.



Momento álgido y Lovecraftiano de la historieta.
¿Quién debería leer Historietas Extraordinarias 1?
Además de los seguidores habituales de Kokin, que ya saben qué esperar, cualquiera que sepa apreciar el humor multirreferencial, que abreva en la cultura pop, en el costumbrismo y en el disparate. Si te gusta Rick & Morty y no te reís solamente de esa mitad de los gags que están pensados para el común de la gente astuta, sino también de los que requieren algo más que la cultura pop, deberías poder disfrutar de enterarte de los Enanos que viajaron al espacio, del destino cruel de El Principito, de cómo atrapar a un demonio del invierno del infierno, de cómo los celulares desbancaron a los anillos de poder o de lo difícil que es conseguir bigotes de lagarto calvo para hacer tisanas o hechizos del más alto nivel... en Lanús.

MAX KING

domingo, 7 de enero de 2018

Steve Ditko, Investigador Privado



No hace falta deschavar el argumento
en la tapa para vender la historieta,
que es un caño.

Revista formato 13 x 21 cm 40 páginas blanco y negro más tapa en dos colores, autor Renzo Podestá (Tumblr: http://renzopodesta.tumblr.com/ ; Sitio personal y autoeditorial: http://lenoisecomix.com/renzo/ ; Perfil en DeviantArt: https://ixigore.deviantart.com/ ), editado por La Pinta (http://www.bibliopinta.com/).

¿Qué onda?

En estos años en que estuve alejado de este blog, me perdí de hablar de muchas publicaciones geniales, una de ellas es una de las obras magnas de Renzo Podestá, El Aneurisma del Chico Punk. Obra enorme en calidad y tamaño (223 páginas) con un enfoque visual mucho más oscuro.
Así como son sus obras, es la personalidad de Renzo: genial, ácida y con un patovica en la puerta que si sos medio cabeza de termo, te trata bien igual pero no te deja entrar. Y lejos de esa larga, compleja y emocionante odisea que fue El Aneurisma..., Steve Ditko Investigador Privado tiene un estilo gráfico más cercano a la línea clara (sin perder ni un ápice del estilo Podestá) es definitivamente más corta, y más pródiga en humor. Como me ha pasado con muchos autores que conocí a través de mis años en el mundo fanzinero, a Renzo también lo redescubrí tarde, cuando ya no estaba viviendo en su Rosario natal, sino en la Docta Córdoba Capital. Mejor tarde que nunca, me repito, porque lo que leo ahora no me decepciona y me indica que valió la pena la espera, y encontrarlo recién ahora, que su arte llegó a su altura de crucero.
Renzo autoeditó El Aneurisma desde su sello Le Noise, pero Steve llega a usted gracias al sello de Martín Muntaner, La Pinta.


¿De qué se trata?
En una de las mejores sinopsis de contratapa/prólogo de introducción que haya leído, se nos plantea una cuestión muy interesante y real: el creador de Spiderman, Doctor Strange y The Question, Steve Ditko, dejó de repente el centro de la escena comiquera en plena fama, en la década del 70, limitándose a colaboraciones, trabajos para antologías y fanzines que sigue haciendo hoy en día. ¿Por qué decidió convertirse en un outsider? ¿Por qué se alejó? ¿Y en qué ocupa sus días? Lo que sigue, responde las preguntas, aunque no literalmente. Presentada de manera no cronológica, la historia, que no pienso espoilear de ningún modo, se desarrolla tan naturalmente que, al terminar, una relectura no hace más que afirmar la idea de que el modo en que se presentaron los hechos es simplemente perfecto. Ojalá yo pudiera narrar el 10% de bien. Los saltos en el tiempo tienen su justificación, el modo en que volvemos sobre los pasos hace que las piezas de información completen la historia en la cabeza sin la menor molestia. Y al final de la historia, además de tener respondidas las preguntas iniciales, entendemos que no había mejor modo de que se nos contase el cuento que éste. ¿Qué más le podés pedir a una historieta que dibujos y narración precisos como un reloj suizo?

¿Quién debería comprar Steve Ditko:Investigador Privado?
Cualquiera bien del palo de la historieta yanki, conocedor de sus figuras y su historia, apreciará leer esta historieta protagonizada por uno de los creadores fundamentales del género superheróico, aunque no haya un solo tipo volando en calzas en toda la historieta.
Fuera del ghetto, cualquiera mínimamente informado sobre la existencia de Steve Ditko, cualquiera que pueda disfrutar una buena historia de intrigas detectivescas con toques de costumbrismo neoyorkino y, definitivamente, cualquier fan letal de Renzo.
Todos lo van a disfrutar tanto como lo hice yo.


MAX KING

lunes, 1 de enero de 2018

FANZINE GAMING: Monigote Fantasy

Videojuego Para PC y MAC basado en el motor RPGMaker desarrollado por BitBrosGames! , descargable gratuitamente desde el sitio, hasta que una importante empresa de videojuegos, tipo Steam, les ponga un oneroso billete para obtener la exclusividad de este juego y venderlo a los incautos que no llegaron a bajarlo antes, a unos 10 o 20 dólares. También hay una página en Facebook con bocha de arte y menudencias para los fans.

La pantalla con la que empieza la aventura.

¿Qué onda?
En 2011, Bruno Gambarotta, también conocido como Jagi Pepérez, entre otros alias, un flaco que dibuja con influencias del manga, pero más que nada de los videojuegos (de veras es muy, muy fan de eso) empezó a publicar en su blog las aventuras de un personaje totalmente carente de capacidad e intención, y tan graficamente neutro que su nombre es el apócope de su descripción: MONI, por MONIGOTE, porque eso es, un monigote neutro y básico. La gracia de todo es que este sujeto es una especie de NEO, aunque todo parece indicar que lo es por puro accidente. A través de páginas bellamente ilustradas en Pixelart, Moni avanza en su aventura que tiene todos los elementos del RPG clásico, especialmente de las primeras ediciones de Final Fantasy (y de todos los homenajes de esa saga que encontrás en los sitios de juegos en flash o similares en la web). Por un breve lapso de tiempo, de tan genial que era la historieta, fue publicada en la revista [IRROMPIBLES] desde el número 3. Casi en paralelo surgió el proyecto de hacer un juego, porque una historieta que parodia a un juego tiene todos los elementos para ser un juego. ¿O no?
Desde mediados de ese mismo año, Bruno juntó fuerzas con el rosarigazino David Rodríguez y más tarde (bastante más tarde) con el españolísimo Adrián Hoyo. Con Bruno como Mastermind de personajes, ilustración y argumento, David en las labores febriles del armado de sprites, y Hoyo en las tareas de programación y aspectos técnicos, tras montones de betas y correcciones de código, y actualizaciones del RPGMaker, en 2016 apareció la versión más definitiva del juego.
Ahora, ustedes preguntarán qué hago yo hablando de un juego en un sitio sobre fanzines. Monigote Fantazy tiene todo el espíritu de un fanzine hecho y derecho: está hecho por apasionados, es independiente y no genera un puto mango de ganancia, porque la descarga del ejecutable es GRATIS. Hasta los fanzineros más toscos como el que ésto escribe acabamos vendiendo nuestras revistas y, salvo por la inflación, agarrando algún billete de diferencia en la venta en eventos (que acaba pagando los viáticos, generalmente, y ni siquiera, generalmente lo gastamos en la bebida o los snacks que comemos en la mesa donde vendemos los ejemplares). Para esta demoradísima entrada 13 del blog, siendo el número muy caro a mi persona, tenía que hacer algo especial. ESTA SECCIÓN FANZINE GAMING es eso, y la inauguramos con un juego que se merece de veras que nos obliguen a bajarlo por STEAM.

La historieta con la que todo empezó. Nuestro héroe obtiene su espada legendaria y sus primeros puntos de experiencia. El juego empieza con esas tres primeras viñetas.

¿De qué se trata?
Moni, un monigote blanco de aspecto genérico, mudo y aparentemente no muy avispado, se encuentra con una espada legendaria que saca de una piedra. O sea, automáticamente y sin entender mucho, se convierte en el héroe que la leyenda indica que va a salvar al mundo. A partir de ahí, si no te quedó en claro que la cosa viene para el lado del humor, aunque sin perder una gota de los elementos del juego RPG de aventuras como Final Fantasy, es porque estás en el juego equivocado. Todo el camino por las diversas pantallas, mapas y escenarios está regado de elementos humorísticos en cada rincón, cosa muy pero muy cara a mis sentimientos, y de eventuales peleas. Moni se cruzará por el camino de tres personajes totalmente arquetípicos y sumamente conscientes de ello, claro guiño al jugador de este tipo de juegos, todos con nombres que se parecen demasiado al del protagonista: Mogi, Moki y Mofi. Una sexy maga negra, Un Guerrero Bárbaro y un Antihéroe Mediocre. Si has jugado Final Fantasy o similares, conocés las mecánicas, mediante peleas mejorás los personajes, conseguís armas y trajes, y vas desarrollando la aventura, siempre topándote con momentos desopilantes y claras parodias de otros juegos.
Honestamente, se dice que el juego brinda unas quince horas de diversión, y no siendo fan de los RPG, no lo terminé. La vida me puso otras barreras que me alejaron incluso de esta reseña, por eso llega dos años tarde. Pero claramente el juego tiene los elementos para que un fan lo disfrute, si yo que no lo soy disfruté cada momento que lo jugué.

Escenas como éstas dejan en claro dos cosas: 1) Que el juego no duda en reírse de los clichés del género. 2) Que los gatos son definitivamente malévolos.

¿Quién debería jugar Monigote Fantasy?
De primera, cualquier fan de este género que, como me pasa a mí con el comic de superhéroes, lo adora con el corazón pero no por eso no le reconoce los clichés de los que es bueno reírse, pero también aquel que quiera disfrutar del humor, en tanto se pueda bancar las muchas peleas que se necesitan (y las partidas salvadas y reiniciadas cuando uno pierde la pelea y se muere) para hacer avanzar la trama. El juego en sí no es nada imposible, y los momentos cómicos hacen que valga la pena. Obviamente si el RPG y los juegos con aire retro te parecen una aberración y cualquier cosa que no haya sido procesada por al menos una GeForce GTX 960 para verse en HD sin que se note el efecto aliasing te resulta un insulto a tus ojos, no deberías ni entrar en el sitio de BitBros, y deberías cuidarte cuando pasées por el PlayStore de Google o el AppleStore, porque los juegos retro que usan pixelart son multitud.
Ah, vuelvo a recordarles que el juego es GRATUITO y SIN ADWARES. ¿Quién te regala hoy en día 15 horas de juego con bocha de contenido sin siquiera ponerte un cartel de publicidad al costado o recordarte a cada rato que si querés podés donar plata para la causa? Si eso no es espíritu fanzinero, yo soy Alan Moore.


MAX KING