La pantalla con la que empieza la aventura.
¿Qué onda?
En 2011, Bruno Gambarotta, también conocido como Jagi Pepérez, entre otros alias, un flaco que dibuja con influencias del manga, pero más que nada de los videojuegos (de veras es muy, muy fan de eso) empezó a publicar en su blog las aventuras de un personaje totalmente carente de capacidad e intención, y tan graficamente neutro que su nombre es el apócope de su descripción: MONI, por MONIGOTE, porque eso es, un monigote neutro y básico. La gracia de todo es que este sujeto es una especie de NEO, aunque todo parece indicar que lo es por puro accidente. A través de páginas bellamente ilustradas en Pixelart, Moni avanza en su aventura que tiene todos los elementos del RPG clásico, especialmente de las primeras ediciones de Final Fantasy (y de todos los homenajes de esa saga que encontrás en los sitios de juegos en flash o similares en la web). Por un breve lapso de tiempo, de tan genial que era la historieta, fue publicada en la revista [IRROMPIBLES] desde el número 3. Casi en paralelo surgió el proyecto de hacer un juego, porque una historieta que parodia a un juego tiene todos los elementos para ser un juego. ¿O no?
Desde mediados de ese mismo año, Bruno juntó fuerzas con el rosarigazino David Rodríguez y más tarde (bastante más tarde) con el españolísimo Adrián Hoyo. Con Bruno como Mastermind de personajes, ilustración y argumento, David en las labores febriles del armado de sprites, y Hoyo en las tareas de programación y aspectos técnicos, tras montones de betas y correcciones de código, y actualizaciones del RPGMaker, en 2016 apareció la versión más definitiva del juego.
Ahora, ustedes preguntarán qué hago yo hablando de un juego en un sitio sobre fanzines. Monigote Fantazy tiene todo el espíritu de un fanzine hecho y derecho: está hecho por apasionados, es independiente y no genera un puto mango de ganancia, porque la descarga del ejecutable es GRATIS. Hasta los fanzineros más toscos como el que ésto escribe acabamos vendiendo nuestras revistas y, salvo por la inflación, agarrando algún billete de diferencia en la venta en eventos (que acaba pagando los viáticos, generalmente, y ni siquiera, generalmente lo gastamos en la bebida o los snacks que comemos en la mesa donde vendemos los ejemplares). Para esta demoradísima entrada 13 del blog, siendo el número muy caro a mi persona, tenía que hacer algo especial. ESTA SECCIÓN FANZINE GAMING es eso, y la inauguramos con un juego que se merece de veras que nos obliguen a bajarlo por STEAM.
La historieta con la que todo empezó. Nuestro héroe obtiene su espada legendaria y sus primeros puntos de experiencia. El juego empieza con esas tres primeras viñetas.
¿De qué se trata?
Moni, un monigote blanco de aspecto genérico, mudo y aparentemente no muy avispado, se encuentra con una espada legendaria que saca de una piedra. O sea, automáticamente y sin entender mucho, se convierte en el héroe que la leyenda indica que va a salvar al mundo. A partir de ahí, si no te quedó en claro que la cosa viene para el lado del humor, aunque sin perder una gota de los elementos del juego RPG de aventuras como Final Fantasy, es porque estás en el juego equivocado. Todo el camino por las diversas pantallas, mapas y escenarios está regado de elementos humorísticos en cada rincón, cosa muy pero muy cara a mis sentimientos, y de eventuales peleas. Moni se cruzará por el camino de tres personajes totalmente arquetípicos y sumamente conscientes de ello, claro guiño al jugador de este tipo de juegos, todos con nombres que se parecen demasiado al del protagonista: Mogi, Moki y Mofi. Una sexy maga negra, Un Guerrero Bárbaro y un Antihéroe Mediocre. Si has jugado Final Fantasy o similares, conocés las mecánicas, mediante peleas mejorás los personajes, conseguís armas y trajes, y vas desarrollando la aventura, siempre topándote con momentos desopilantes y claras parodias de otros juegos.
Honestamente, se dice que el juego brinda unas quince horas de diversión, y no siendo fan de los RPG, no lo terminé. La vida me puso otras barreras que me alejaron incluso de esta reseña, por eso llega dos años tarde. Pero claramente el juego tiene los elementos para que un fan lo disfrute, si yo que no lo soy disfruté cada momento que lo jugué.
Escenas como éstas dejan en claro dos cosas: 1) Que el juego no duda en reírse de los clichés del género. 2) Que los gatos son definitivamente malévolos.
¿Quién debería jugar Monigote Fantasy?
De primera, cualquier fan de este género que, como me pasa a mí con el comic de superhéroes, lo adora con el corazón pero no por eso no le reconoce los clichés de los que es bueno reírse, pero también aquel que quiera disfrutar del humor, en tanto se pueda bancar las muchas peleas que se necesitan (y las partidas salvadas y reiniciadas cuando uno pierde la pelea y se muere) para hacer avanzar la trama. El juego en sí no es nada imposible, y los momentos cómicos hacen que valga la pena. Obviamente si el RPG y los juegos con aire retro te parecen una aberración y cualquier cosa que no haya sido procesada por al menos una GeForce GTX 960 para verse en HD sin que se note el efecto aliasing te resulta un insulto a tus ojos, no deberías ni entrar en el sitio de BitBros, y deberías cuidarte cuando pasées por el PlayStore de Google o el AppleStore, porque los juegos retro que usan pixelart son multitud.
Ah, vuelvo a recordarles que el juego es GRATUITO y SIN ADWARES. ¿Quién te regala hoy en día 15 horas de juego con bocha de contenido sin siquiera ponerte un cartel de publicidad al costado o recordarte a cada rato que si querés podés donar plata para la causa? Si eso no es espíritu fanzinero, yo soy Alan Moore.
MAX KING
eso si, si quieren donar no hay drama XD..... posta
ResponderEliminarGracias por la generosa reseña buen Max King
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