Un buen ejemplo de cómo presentar los personajes y el título sin saturar la tapa ni dejar dudas sobre si esa es la revista que veníamos a buscar.
¿Qué onda?
Cuando miro los laburos en color directo de Natalia Lombardo pienso en la ilustradora perfecta para un libro de lectura de escuela primaria. Acaso sea cierta estética kistch que se me recuerda esquemas de color simples y contundentes de tiempos de mi niñez, cuando no había toda esa parafernalia tecnológica de sombreados resueltos con precisión informática imposible que hay hoy en día. Hago una relación imposible con las ilustraciones de María Alcobre para el Viento en Popa 2 de Mirta Goldberg de las ediciones ochentosas de Aiké. Imposible porque el estilo de Natalia no tiene nada que ver. Lo que más se le nota a este fanzine y a Natalia es la atención al detalle y el cuidado de ciertas cosas a la hora de editar. La revista tiene dos planchas de papel ilustración a color, uno para la tapa y otro para una especie de cubierta interna, con dibujos de Sebastian que se repiten en patrón. Eso es mostrar criterio estético para presentar una revista. Las esquinas derechas de la revista están redondeadas, lo que es un detalle que indica una intención muy profesional al montar y armar los ejemplares. Esas cosas cuestan, porque no se hacen a mano (a mano queda horrible y salvo que seas una máquina infalible, nunca quedan parejas).
También me encuentro ante el primer fanzine que se declara como tal desde el título.
¿De qué se trata?
Fanzin Preview es la revista menos críptica que he tenido oportunidad de tener en mis manos. Si deschava su formato en el título, buchonea su idea en el subtítulo, y te cuenta la cosa de una en sus primeras páginas, con presentaciones de los personajes principales primero y de la historieta después. De hecho, más de la mitad de las páginas de la revista se dedican a las presentaciones y a bellas páginas con dibujo y diseño pero sin historieta. Siete páginas bastan para presentar la historia de un pibe que se reparte entre el ceramismo y la taxidermia como modos de vida y su vocación fanzinera, que un día decide abandonar el abandono de su carrera historietística y rearmar su grupo para volver a hacer fanzines. Como la revista indica, es una preview, una muestra de lo que será la obra completa. Los personajes principales son un tanto border: un fanzinero que labura haciendo cerámica y embalsamando animales, un mangaka gay sadomaso que sueña con comerse un bebé chino, un artista conceptual mitómano, hipocondríaco y politóxico, una suizojaponesa misántropa que trabaja en un local de comidas rápidas pese a que tiene una considerable fortuna familiar y vive en una mansión con lago propio, y una patinadora artística de familia de alcurnia con un serio problema de drogas, cuya presentación formal no se encuentra en este número.
El disparador es un ex-colega fanzinero que toma una idea del protagonista, Sebastián, y la convierte en una historieta en la que no lo acredita para nada, lo que lo motiva a Sebastián a volver a hacer fanzines y reclutar para eso a una serie de amistades. En el camino, hat situaciones cómicas y limítrofes, y un equipo que empieza a conformarse. Son presentaciones breves y contundentes, sin lugar para mayores desarrollos. Al cabo, es una preview. Es de esperar que salga alguna vez el FANZIN posta, el que cuente LA historia, pero siendo fanzine, nunca se sabe.
Por ahora, hay que conformarse con este comienzo.
Si hay que marcarle algo a una revista tan cuidada en detalles como ésta, es la impresión de las historietas en particular y la del contenido en blanco y negro en general.
Los dibujos que originalmente eran a color y se pasaron a grises para el interior de la revista quedaron un poco oscuros. Es probable que hayan usado la misma saturación para las historietas, que parecen estar hechas a tinta y pensadas para imprimir en blanco y negro. En algunas páginas, esa saturación y el uso de tanto negro causó que algunos lugares donde debiera haber blanco se ensuciara con tinta, o que se noten los renglones de guía para los textos dentro de los globos de diálogo.
Cosas que se nos han escapado a todos los fanzineros, dicho sea ésto. Editando aprendemos, esa es la verdad. Lo mismo pasa con el tema del centrado de las páginas a la hora del corte. Hay páginas que quedaron muy afuera, y la cizalla casi se morfa un costado, en las páginas pares de la historieta (2, 4 y 6).
La tapa vende, hay que decirlo, y esta tapa tiene color, un título grandote y rojo que llama la atención (lo hizo conmigo) y los personajes dibujados claros y en buen tamaño, cosa que también ayuda al ojo a mirar la tapa. Lo que de veras quiero es que Natalia saque de una buena vez el resto de la historia, o el número 1 de FANZIN, para saber qué va a pasar cuando el equipo se complete, y ver qué nuevas situaciones genera esta ecléctica yunta de fenómenos que buscan hacer lo que todos nosotros: triunfar haciendo un fanzine.
¿Quién debería comprar FANZIN preview?
Es claramente una historieta para adultos, o para gente con un mínimo de madurez mental. Aunque son dibujos potables para ilustrar de cuentos infantiles o libros de lectura de primaria, el guión apunta más a gente del palo y de las edades de los protagonistas, o sea jóvenes adultos. Es una interesante tensión que da para mucho más, en una edición bastante lujosa para el estandar fanzinero, y si mejora algunos detalles y tira la carne al asador presentando la historieta completa, vamos a estar hablando de un PROZINE digno de lo que Sebastián Moreaux, su protagonista y líder, desea: un fanzine para triunfar.
MAX KING
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